Pasear por una ciudad cualquiera como si no la conocieras.
Disparar por impulso intentando despertar ese instinto a veces adormecido por lo correcto, lo esperado, lo «cool».
Colores, luces, momentos,… ni mejor ni peor, simplemente algo que te hizo apretar el gatillo y que de no ser por ello, tal vez, ni recordaríamos. ¿Curioso no?
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